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Irregularidades del Parque Industrial Rojas: ¿Negociados, ineptitud o negligencia?

A pesar de que la idea de hacer un parque industrial en la localidad bonaerense de Rojas haya estado en boca de los vecinos y los dirigentes durante mucho tiempo, el proyecto damnificó a empresarios rojenses, se paralizó la obra y quedó en un terreno baldío de 23 hectáreas que ya no puede ser aprovechado ni para sembrar.

El 9 de agosto de 2018 el Honorable Concejo Deliberante aprobó la donación con cargo de 23 hectáreas sobre la Ruta Nacional 188 destinadas a la realización de un parque industrial que prometía cambiar el futuro de Rojas, una ciudad que se destaca por su capacidad agrícola y ganadera. 

 

Según la ley provincial 14.792 de Agrupamientos Industriales, un parque industrial es “una porción delimitada de la Zona Industrial, diseñada y subdividida para la radicación de establecimientos manufactureros y de servicios, dotada de la infraestructura, equipamiento y servicios”. 

 

El donante de las tierras fue Carlos Carmelino Borassi, un vecino que debería recibir una renta vitalicia a cambio de haber entregado el terreno al municipio. Según lo establecido en la Ordenanza 3705/2018 del Honorable Concejo Deliberante de Rojas, el predio sería “destinado para el emplazamiento de un parque industrial o similar a cambio del equivalente en pesos de 20 quintales de soja por Ha, por año, en forma vitalicia”. 

El vecino incluso documentó su interés en la realización de un parque industrial mediante una nota. En el escrito, Carmelino asentó su intención de donar el campo para ser usado exclusivamente como “parque industrial o similar”. Sin embargo, a través de distintos portales de noticias locales se conoció que en un primer momento estaba interesado en donar para que se construya un complejo de viviendas. “Así que hice la donación, y cuando me preguntaron qué idea tenía yo en cuanto a lo que se podía hacer, primero dije que se hicieran casas: hay mucha gente que no tiene casa”, expresó Carmelino en una nota realizada por El Nuevo Rojense. 

La transferencia de las tierras se concretó el 8 de octubre de 2019, mediante la Ordenanza Nº 3791/19 publicada en el Boletín Oficial Municipal. La normativa fue decretada “con el objetivo de desarrollar e impulsar el establecimiento de Agrupamientos Industriales en el Partido de Rojas”. En particular, se establece que el municipio tiene un plazo máximo de 10 años para poder realizar la obra bajo la categoría “general”, de naturaleza “mixta”, con asociación “público-privada”. La ley 14.792 mencionada anteriormente establece que los parques industriales mixtos “serán los promovidos y gestionados conjuntamente por organismos oficiales y privados”. 

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Nota de Carlos Carmelino sobre su donación

En ese instante, el municipio comenzó los trámites necesarios para hacer de este proyecto una realidad. Claudio Rossi, intendente de Rojas del momento, enfatizó que las tierras están “muy bien ubicadas estratégicamente” y explicó qué era necesario para continuar: “Lograr la pre-factibilidad en el Ministerio de Producción: no se puede hacer un parque industrial si no se tiene pensado cómo llegar con los suministros básicos”. 

 

El exfuncionario señaló la necesidad que tiene Rojas de tener un parque industrial tanto para “ordenar la vida comunitaria”, como para “traer inversiones”. “Si no tenés una infraestructura con cobertura, como la tiene cualquiera de los sistemas de parque industrial mixto y sector industrial planificado, como contempla la ley, es muy difícil que puedas atraer inversión”, destacó. No obstante, según su testimonio, la propuesta ya la habían rechazado los dos intendentes que le precedieron. 

 

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La firma de Carlos Carmelino (derecha) de la transferencia de tierras al municipio, junto a Claudio Rossi (izquierda)

Una vez que Rossi obtuvo los permisos aprobados, se encargó de buscar un socio que pudiera “asumir el desarrollo del parque con un concepto: el municipio pone la tierra que ha conseguido de la donación, el privado pone la infraestructura y luego se reparte de un modo establecido en la ordenanza tanto para el que invierte, como para la municipalidad”. El exintendente mencionó que “en las condiciones de aquel momento era imposible” desarrollar el parque sin los recursos económicos necesarios, por lo que avanzó con la idea de una articulación público-privada. 

 

El panorama parecía esperanzador cuando llegó Miguel Maximiliano Berin, un empresario de 36 años con domicilio declarado en Berazategui que se había presentado a una licitación en 2016 para la realización de un alumbrado público con luces LED. A pesar de no haber sido elegido en ese entonces, estableció una conexión con el municipio y se aseguró una posibilidad futura para concretar algún acuerdo. Cuando apareció la idea del parque industrial, creó una sociedad anónima, el gobierno rojense lo nombró la “cabeza del grupo inversor” del proyecto y constituyó un fideicomiso con el municipio el 22 de noviembre de 2019 para llevarlo adelante. 


Por su parte, Berin formó la sociedad anónima “Berin Desarrollos Argentinos” junto a su pareja Yesica Beatriz Vargas, una comerciante de 35 años no inscripta en AFIP, el 23 de octubre de 2019, tan solo 15 días después de la transferencia oficial de las tierras. Según se publicó en el Boletín Oficial de la Nación, declararon un capital de $100.000 y la SA está destinada para las actividades de construcción, inmobiliaria y fiduciaria. Casualmente esta conformación cuenta con las condiciones legales para ser adjudicataria en el proyecto del parque Industrial por el que Berin expresó su interés.

 

Cuando Rossi fue consultado por la elección de esta desarrolladora, confesó que el proyecto no fue licitado y que simplemente “había que buscar a alguien que intentara ser socio”. Durante el acto de lanzamiento del proyecto, Rossi explicó: “Le comentamos este tema del parque industrial, él está desarrollando otras inversiones similares, le interesó y ahí comenzó una larga conversación para el desarrollo del proyecto del parque industrial”.


A pesar de que PDI haya solicitado el contrato entre el municipio y la sociedad anónima para conocer las condiciones del acuerdo, nunca se recibió respuestas. Primero, se contactó a Mauricio Mosqueira, director de Transparencia de la Municipalidad. Luego se realizó un pedido de acceso de información pública tanto por la mesa de entrada como por correo electrónico y no cumplieron con los plazos para la entrega del documento. Por último, se intentó hablar con Esteban Di Camilo, Asesor Letrado del municipio, pero tampoco se obtuvo una respuesta. Las reiteradas negativas se dieron a pesar de que el municipio de Rojas cuenta con una página oficial para fomentar la transparencia y el acceso a la información pública.

Con la prefactibilidad aprobada por la provincia y un socio inversor, el parque parecía cada vez más cerca

El lanzamiento oficial del proyecto se hizo en el Centro Cultural Ernesto Sabato el 11 de diciembre de 2019. La inversión prometida era de 3 millones de dólares en un plazo de 18 meses, a pesar de que la S.A. de Miguel Berin contaba con un capital declarado mucho menor. Durante el evento, tanto Rossi como el empresario expresaron enfáticamente su gratitud hacia el donante de las tierras, Carlos Carmelino, por lo que decidieron que el parque lleve su nombre. Una de las condiciones que se impusieron para el desarrollo de la obra era que debía hacerse con empresas locales para generar empleo dentro de Rojas. 

La empresa desarrolladora comenzó a contactar a empresarios locales en búsqueda de interesados en comprar un lote y en realizar los trabajos para preparar el predio. En caso de la compra de tierra, según explicó Rossi, “una parte obviamente era para el empresario y, la restante para el municipio”. El proyecto se acordó como un desarrollo en conjunto, 70% privado y 30% del municipio, donde la desarrolladora como socio mayoritario “es la que invierte” y “el municipio no tiene que poner ningún fondo económico, lo único que pone ahí es la tierra”. 

 

Sin embargo, el exfuncionario no especificó el nombre de las empresas que se involucraron en el proyecto y expresó su desconocimiento sobre la existencia de algún boleto de compra venta o reserva de los lotes del parque: “La verdad no tengo la información”, sostuvo Rossi. 

 

Por otra parte, durante la entrevista con PDI el exintendente reveló que hablaron con muchas empresas que estaban “dispuestas e interesadas a que en desarrollos futuros sean incorporados dentro del parque”. Entre ellas, únicamente mencionó a Bayern. La compañía internacional tiene una planta en Rojas y es una de las más grandes e importantes del partido. 

 

Los medios locales publicaron la puesta en marcha de la preparación del terreno para las futuras obras y dieron a conocer que LyM Vial fue la empresa local encargada de los movimientos de suelo. Para septiembre de 2020, avanzó con el armado de las plateas luego de extraer las capas de tierra negra y rellenarlas con tosca, entre otras actividades implicadas que incluyen fletes, compra de maquinarias y alquileres.

 

Claudio Rossi y Miguel Berin en el lanzamiento del proyecto del Parque Industrial Rojas

El diseño del futuro Parque Industrial

LyM Vial comenzó el movimiento de suelo

LyM Vial tuvo una gran implicancia en el proyecto y realizó el 85% del movimiento de suelo. Según José Luis Lucero, uno de los dueños de la empresa junto a Osvaldo Maggiolo, actualmente el fideicomiso les debe una suma de USD$100.000 billete. Berin no les pagó por su trabajo y tuvieron que vender sus propias maquinarias, herramientas y un camión para poder saldar la deuda que tenían.

 

Lucero explicó que tiene “pilas de cheques del fideicomiso que fueron rebotados”. Mediante un informe solicitado en DATEAS sobre Miguel Berin, PDI pudo tener acceso a la cantidad total de cheques que fueron rechazados por falta de fondos tanto a nombre de su sociedad anónima “Berin Desarrollos Argentinos” como a nombre del “Fideicomiso Parque Industrial Rojas”. Se trata de 57 cheques rechazados, por una suma de $42.183.124,51. El monto de los cheques por persona jurídica corresponde en un 77,1% a la S.A., mientras que el 22,9% al fideicomiso. 

 

Sin embargo, el dueño de LyM Vial también mencionó que los cheques solo “fueron parte de la deuda” y que no logran obtener ningún tipo de respuesta por parte del fideicomiso, a pesar del intercambio de algunos llamados en los que prometían retomar las actividades. Además, mostró su dolor e incertidumbre ante una situación que jamás imaginaron que iba a pasar: “Me duele muchísimo la deuda que tenemos pero hoy en día lo más doloroso es que hablen mal de nosotros que hicimos el trabajo, compramos material y encima nos ensucian diciendo que falta tierra en el parque industrial”.  

Desde la empresa recibieron una solicitud de cotización de parte de Berin, desarrolladora de la cual tenían confianza por su trato con el municipio. De esta manera, iniciaron los trabajos con un “cobro semanal” hasta que tuvieron que hacerse cargo de la falta de financiamiento para poder continuar con su labor. 

 

La situación de LyM Vial se replicó con Costa Palmeras, otra de las empresas locales interesadas en participar de la obra. Le presentaron el proyecto a Pablo Rimaulo, dueño de esta empresa constructora, quien relató su experiencia y el principal atractivo por el que decidió formar parte del parque industrial en Rojas: “Me interesó la propuesta de participar y de poder hacerlo, porque vengo de familias industriales”. Costa Palmeras iba a ser la encargada de realizar los locales en el frente del terreno, la garita de la entrada, el camino central y las salidas del parque, utilizando hormigón. 

 

Para realizar estos trabajos, Costa Palmeras se asoció a LyM Vial y realizaron la compra de una planta de hormigón. Rimaulo aseguró que la planta iba a “generar un recurso que también podía ser utilizado para el pueblo”, a través de la venta al público de hormigón. La instalación industrial iba a estar en uno de los lotes que les iban a dar en forma de pago por los trabajos realizados. 

 

No obstante, la participación de Costa Palmeras “solo quedó en charlas y en un discurso, porque Berin nunca tuvo un contrato”, según explicó el empresario. Rimaulo recibió los planos, confeccionó los presupuestos, compró maquinaria sin problemas hasta que llegó el momento de hacer los contratos y el desembolso de dinero.

 

Finalmente, la obra no se llevó a cabo y Costa Palmeras tuvo que vender la planta de hormigón: “Teníamos que recuperar ese dinero que estaba invertido para ese proyecto”, explicó Rimaulo. Además, expresó: “De Berin no supimos más nada y tristemente a mí al día de hoy el municipio no me dio una respuesta de qué pasó”.

 

Lo que levantó sospechas es la aparición del empresario Miguel Berin como el responsable del desarrollo del parque, ¿cuáles son sus antecedentes y por qué creían que era el indicado, a pesar de no haberse licitado la obra?

 

“Mundoingeniería S.A.” y “Berin Group S.A.” son otras de las sociedades anónimas en las que Berin figura como titular. Entre sus proyectos pasados, realizó una conmemoración lumínica de Manuel Belgrano el 19 de junio de 2012 en Berazategui, junto a la Secretaría de Cultura de ese municipio. No obstante, también tiene en su historial otro emprendimiento que no tuvo frutos. 

Se trata de la construcción de Ángeles del Mar, un “pueblo de chacras” exclusivo en la localidad de Pinamar. Este proyecto prometía un barrio privado junto a una playa de la costa argentina, lanzado a principios de 2019. Los últimos avances publicados de esta obra fueron a comienzos de 2020, por lo que el proyecto quedó abandonado como sucedió con el parque industrial de Rojas, justo después del compromiso con el municipio rojense. La empresa constructora contratada para ese proyecto se encargó, en ese entonces, de anunciar en sus redes sociales los avances de la construcción. En esas publicaciones, algunos usuarios solicitaron información, preguntaron qué pasó con el proyecto e incluso demandaron retomar el contacto con el fideicomiso. 

La situación actual en el parque industrial no parece avanzar 

El intendente actual de Rojas, Román Luján Bouvier, decidió no hacer declaraciones respecto a lo sucedido con el parque industrial y justificó su decisión a PDI: “Lo estamos judicializando y necesitamos reserva”. A principios de abril de 2022, el municipio intimó a la empresa desarrolladora por el “nulo avance” de la obra y Bouvier envió una carta documento. En ese entonces, el objetivo era continuar con las obras, rescindir el fideicomiso y conseguir la liberación del predio.

Condición actual del Parque Industrial

El informe mencionado anteriormente conseguido en DATEAS registró como último cheque rechazado por falta de fondos el 30 de diciembre de 2022, a nombre del fideicomiso. El monto es de $747.844,79, mientras que los anteriores habían sido rechazados el 25 de octubre de 2021 por $283.000 y $470.000.

 

Actualmente, el parque industrial se encuentra abandonado y LyM Vial le reclama a Berin la deuda. Incluso, enfatizan que el municipio no puede desconocer la situación y no permitirán que se continúen las actividades hasta que no reciban el dinero: “Entiendo que el municipio no nos debe a nosotros pero no puede estar ajeno a la deuda”, aseguró Lucero.

 

La construcción del parque industrial se inició pero está lejos de tener una resolución. El incumplimiento por parte de Miguel Berin, la deuda que tiene con LyM Vial, la falta de transparencia y el incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos, y las ilusiones que nunca llegaron a hacerse realidad destacan el abandono y el conflicto de intereses que reinan en el “Parque Industrial Carlos Carmelino”. 

 

¿Cuáles eran los beneficios para cada actor? ¿Había algún interés particular o algún acuerdo entre Miguel Berin y los funcionarios del municipio? Se desconocen las razones por las que Miguel Berin decidió afrontar una serie de desarrollos que sabía que no iba a poder solventar con su propio capital, que culminó en que el proyecto esté en estas circunstancias. En ese sentido, el comportamiento del municipio de confiar en la palabra de Berin se pone en cuestionamiento y los rojenses buscan explicaciones. 

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